De regreso a casa en el tren, trabajando con el portátil, minimizo el Outlook y aparece la foto familiar que tengo puesta de fondo de escritorio con mis dos princesas: mi mujer y mi hija.

Tengo la inmensa fortuna de disfrutar con mi mujer de una niña preciosa. Después de todos los miedos sobre la paternidad, de sentir y superar el peso de la responsabilidad que supone tener descendencia. Después de todo hoy siento la satisfacción de haber completado mi vida y la de mujer. Los que son padres/madres deseados seguro se identificarán con mi relato.

Saber elegir al compañer@ de viaje

Pero aunque no parezca posible, mirando la foto, aun siento una satisfacción mayor: la profunda satisfacción de haber acertado con la compañera de viaje que elegí. Si tener hijos da respecto, aún más respeto da saber elegir con quién compartes semejante responsabilidad.

Elegir bien: la clave en muchos momentos de la vida de una persona.