Consejos para no ir por ahí dando consejos.
El otro día un amigo me pregunta qué tal. Como me he dado de baja de lo de adivinar qué quiere decir la gente realmente cuando te pregunta qué tal (si realmente lo quieren saber o es una formalidad), pues me dispuse a contarle qué tal. En menos de diez segundos empezó a contarme qué tal él y se acabó mi historia. Cuando después de escuchar pacientemente pude retomar la esencia de lo mío, mi «amigo» empezó a aconsejarme lo que debería hacer. Además me hizo un diagnóstico gratis de lo que me pasaba y me informó de que eso que me pasa a mí no es nada… lo suyo sí que es grave…
En fin, seguro que os ha pasado esto mismo a vosotros una y mil veces. Y es que estamos acostumbrados a hacerlo. Nos encanta dar consejos, aun cuando nadie nos los pide. Somos así, es una manera de asegurarnos de que el mundo, nuestro mundo, gira alrededor nuestro y no alrededor de los demás. Una lástima, porque a mi parecer nos iría mucho mejor si mirásemos un poco más lejos y de verdad nos interesase lo que tienen que contarnos nuestros amigos. Vicens Olivé dice que el Coaching existe porque no tenemos buenos amigos. Esos que escuchan de verdad, sin interrumpir, sin diagnosticar, sin dar consejos y sin juzgarnos.
He aquí pues, 5 consejos para no ir por ahí dando consejos:
- Da tu opinión sólo si te la piden: igual que no contestamos si no nos preguntan, no demos nuestra opinión si no nos la piden. Sencillamente porque a veces nuestro interlocutor sólo necesita que le escuchen, sin más. Y cuando interrumpimos para decir lo que nos parece a nosotros sin haber sido preguntados, mandamos varios mensajes de desinterés, egocentrismo y dudosa amistad.
- Reserva tu experiencia para cuando te haga falta: nuestra experiencia es muy válida, especialmente para nosotros, pero si la utilizamos para hacer ver al otro que su historia no es nada comparada con la nuestra, flaco favor le hacemos. No utilices tu experiencia para robar el foco de la conversación.
- No des recetas mágicas: normalmente cuando alguien nos cuenta un problema, de forma inconsciente (y nunca mejor dicho) lo pasamos por el tamiz de nuestra experiencia y enseguida nos sale un consejo, que inevitablemente estará condicionado por nuestras creencias, nuestros valores y nuestros principios. ¿Y qué pasa si esas creencias, valores y principios no son los de la otra persona? Pues que de nuevo hemos secuestrado el foco de la conversación para dar una aportación inútil.
- Evita el «si yo fuera tú…»: sencillamente porque no eres el otro, eres tú. Cuando un amigo te cuenta algo, el protagonista no eres tú, es tu amigo. Y el mayor favor que le puedes hacer es darle todo tu amor dándole todo el protagonismo. Recuerda: «no es sobre ti, es sobre él/ella».
- No juzgues, sólo escucha: si escuchas sin juzgar, seguro que no te saldrá ningún consejo de forma espontánea, pues no tendrás el afán de arreglar o diagnosticar a los demás. Sencillamente escucha, interésate de verdad por lo que te cuentan, pregunta y muéstrate receptivo y comprensivo. Tu mente se quedará sin recursos para dar consejos.
Vicens Olivé dice que el Coaching existe porque no tenemos buenos amigos.
En Coaching, la principal competencia del Coach es la escucha activa, que no es otra cosa que escuchar de verdad, con interés sincero, sin juicio, sin diagnósticos, sin recetas, sin consejos.
Si quieres convertirte en un buen amigo, practica la escucha activa y no vayas por ahí dando consejos.
¿Y tú, vas por ahí dando consejos? ¿Eres víctima habitual de consejeros honoríficos? Cuéntame tu caso, deja un comentario.
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2 Comments
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Excelente post, Carlos. Lamentablemente me he visto reflejado, y encuentro aspectos de mejora, en cada uno de los 5 puntos.
Está claro que tengo que mejorar mi escucha activa.
Bueno…, ¡A trabajar!
jam
Hola Jose A.
Gracias por el comentario. El primer paso para la mejora personal y profesional es la toma de conciencia. Ser consciente de que hay aspectos de mejora es el comienzo de la mejora en sí. Te animo a que practiques y que pongas toda tu consciencia en tu escucha. Tu familia, tus amigos y tus colaboradores te lo agradecerán.
Mucha suerte en tu propósito.
Carlos.