Coaching para jinetes: equilibrio interior y exterior.
La piedra angular de la estabilidad radica en saber que la esencia del ser humano no tiene nada de malo. Debemos ser conscientes de las dificultades que puede plantear el jinete número 1 (ver mi post “Un caballo, dos jinetes”), aunque siempre habrá una parte de nosotros que permanecerá inmune a su influencia.
El “recorrido interior” de la equitación (ver mi post “El recorrido interior”) ayuda a ver en la práctica que el jinete número 2 se las arregla muy bien solo. Asimismo, nunca superaremos del todo la necesidad de renovar continuamente nuestra confianza en nosotros mismos y de protegernos de las voces, interiores o exteriores, que deterioran nuestra confianza.
La Humanidad ha estado tan absorbida en superar desafíos externos que ha descuidado los desafíos internos.
El mensaje del “recorrido interior” es simple: ¡concéntrate! Concentrar la atención en el momento presente, el único en que realmente podemos vivir, es la clave principal. Concentrase quiere decir no quedarse pegado en el pasado, ni en sus errores ni en sus éxitos; quiere decir no dejarse atrapar por el futuro, ni por sus miedos ni por sus sueños, impidiendo que nuestra atención abandone el presente. La capacidad para concentrar la mente es la capacidad para no dejarla que se escape del momento vivido. Nosotros tenemos que ser quienes controlemos nuestro propio pensamiento. La confianza que hace falta para concentrar la atención en general, es la misma que hace falta para observar un obstáculo del recorrido con todos sus detalles, sin escuchar las preocupaciones, expectativas o instrucciones del jinete número 1.
La estabilidad crece a medida que aprendemos a aceptar lo que no podemos controlar y a controlar lo que está dentro de nuestras posibilidades –el poder de la aceptación de la vida y de la muerte–. El dejar de aferrarnos a la vida no quiere decir que nos demos por vencidos o que nada nos importará. Al renunciar a cierto tipo de preocupaciones, otro tipo de preocupaciones surgen espontáneamente. Cuando dejamos de aferrarnos a la vida, comienza a liberarse una energía –hasta entonces reprimida– que nos permitirá vivir con total plenitud la vida. “Plenitud” es un buen término para describir lo que le ocurre a un jinete que siente que ya no tiene nada que perder. Deja de preocuparse por el resultado y compite con total plenitud. Las preocupaciones del jinete número 1 se desvanecen y surgen las preocupaciones naturales de un jinete más profundo y verdadero. Es preocuparse y no preocuparse a la vez. Es esfuerzo pero sin esfuerzo.
El objetivo del “recorrido interior”
¿Qué quiere decir ganar el “recorrido interior”? Cualquier intento por ofrecer una respuesta es una invitación para que el jinete número 1 malinterprete las cosas. El jinete número 1 de hecho, habrá progresado mucho si llega a admitir que no lo sabe y nunca lo sabrá. Entonces, el individuo tendrá más posibilidades de sentir las necesidades de su propio ser, para seguir su anhelo interior y para descubrir aquello que es realmente satisfactorio. Afortunadamente, el jinete número 2 es el único que conoce la respuesta, por lo tanto, nunca habrá elogios ni alabanzas externas.
Coaching para jinetes: Mirando hacia delante
El desarrollo y la aplicación de los métodos y principios articulados a partir del “recorrido interior” serán cada vez más importantes a lo largo del siglo XXI. En los últimos 100 años, la Humanidad ha estado tan absorbida en superar desafíos externos que ha descuidado los desafíos internos.
En los deportes, tanto los profesores como los entrenadores de todos los deportes deberían adquirir competencia en ambos ámbitos y ser capaces de guiar a sus alumnos en el desarrollo de las habilidades tanto externas como internas. De esta manera, estarán dignificando y resignificando su profesión y también la de los deportistas.
En el campo de los negocios, la salud, la educación y las relaciones humanas se evolucionará en la compresión del desarrollo humano en cuanto al entendimiento de las habilidades interiores que este requiere.
Estamos sólo en el comienzo de un profundo y muy necesitado proceso de re-equilibrio entre los ámbitos internos y externos. Se trata de un proceso de descubrimiento de uno mismo en el que hacemos nuestro aporte a la totalidad en la medida en que aprendemos a hacernos el aporte básico a nosotros mismos.
Un proceso de Coaching para jinetes es el modo perfecto para conocerse mejor y encontrar el equilibrio.